domingo, 17 de mayo de 2020

EL PLANETA DE LOS HERMANOS


Raúl es un niño de 10 años que cada noche cuando se metía en la cama soñaba que viajaba a un planeta destino de la Tierra, Saturno. Le encantaba ese planeta por los anillos que posee.
Raúl tiene un hermano mayor, Juan y una hermana mas pequeña, Marta. Los tres comparten su fantasía de viajar al espacio y deciden construir una nave para poder ir.

Juan: - Será fácil si nos ayudamos entre los tres.
Raúl: - A mi se me da muy bien las construcciones.
Marta: - Yo no se construir pero se pintar y puedo decorarla y poner todos los objetos dentro de la nave para viajar y estar cómodos.

Así que los hermanos empezaron ha construir y en una semana tuvieron la nave espacial lista para irse a ver Saturno.

Juan:- Raúl pásame el destornillador rojo para poder poner la última pieza de nuestra nave.
Raúl y Marta: - ¡Que bien ha quedado!



Se meten los tres dentro, Juan conduce ya que es el mayor.

Raúl: - Vamos muy rápido que divertido. Puedo ver todo desde aquí arriba. que bonito.
Marta: - ¿Cómo sabremos que planeta es Saturno?
Raúl: - Lo veremos en seguida ya que tiene un anillo a su alrededor.
Juan: - Mirad a la izquierda, esto es la luna. Solo faltan unos minutos y llegaremos a nuestro destino.


Pasaron por diferentes planetas hasta ver a lo lejos el planeta preferido de los 3 hermanos, se pusieron muy contentos, cogieron sus trajes de astronautas y bajaron para ver el maravilloso planeta.

Marta: - ¡Es precioso! Tiene unos colores muy bonitos.
Raúl: -  ¿Qué es lo que hay allí lejos? Vamos a ver.
Juan: - Son extraterrestres, parece que viven aquí, podríamos ir a saludar.




Los hermanos se acercaron ha hablar con ellos, pero de repente se hicieron invisibles y solo oían una voz que decía: Somos los saturnistas, vivimos aquí y cuando vemos un humano nos hacemos invisibles.

Juan: - Tenemos que volver a nuestro hogar hermanos, es muy bonito vivir aquí pero no podemos invadir un planeta de otros seres, tienen que dejar de ser invisibles para poder vivir bien así que mejor irnos.
Raúl: - Tienes razón, me ha encantado este viaje pero no quiero que ellos vivan mal.
Marta: Sí, vamos a casa, ellos vivirán bien y nosotros también.

La voz del extraterrestre dijo: - Podréis volver a visitar el planeta cuando queráis ya que no nos habéis hecho daño.
Los tres hermanos se subieron a la nave y volvieron a casa con una gran sonrisa porque habían cumplido su sueño sin hacer daño a nadie.

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